Por Amanda Shaver
Los viernes de este verano, BookSpring colaboró con la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Austin (HACA) para ofrecer libros y cuentos a los niños que asistían al programa de comidas de verano de HACA/Banco de Alimentos del Área Capital. Pasar este tiempo con los niños terminó siendo uno de los momentos más destacados de mi verano por varias razones. Me gustaría compartir con ustedes las tres principales:
Si tiene alguna duda de que los niños todavía se emocionan con los libros... libros reales, tangibles, físicos, pierda esas dudas ahora mismo. Lo hacen. Se emocionan con los ojos, con la cara, con las sonrisas, y con el cuidado que ponen al elegir el libro adecuado. A lo largo de todo el verano, el corazón de este amante de los libros se conmovió cada vez.
Tener la oportunidad de compartir una historia es algo realmente especial que une a las personas. Sé que los niños disfrutaron cuando les leí, pero el intercambio de historias que más significó fue probablemente el que hicieron entre ellos. Un momento especial me llamó la atención. Una dulce niña, que aún no está en el jardín de infancia, respondió cuando le pregunté quién había leído ya sus libros: "Pero yo no puedo leer mi libro porque aún no sé leer". Inmediatamente, una niña mayor que estaba sentada en su mesa se ofreció a leer: "Me encanta leer; ¡te leeré tu libro! Y antes de que terminara la comida, las dos estaban encorvadas sobre un libro. Y, a medida que avanzaba el verano, cada vez más niños mayores se ofrecían para leer el libro de la hora del cuento o para leer a los niños más pequeños.
Los libros son herramientas increíbles. Por supuesto, mejoran el vocabulario, pueden ayudarnos a tener éxito en la escuela y en la vida... todo eso lo sabemos. También pueden fomentar la empatía, promover la comunidad y animarnos a hablar de verdad con los demás y compartir nuestros pensamientos. No hay nada que me haga más feliz que ver que esto ocurre con la futura generación. Cada día de distribución, veía a los niños agrupados compartiendo los libros que habían elegido, ofreciéndose a compartir los libros cuando los terminaban, y caminando juntos a casa en un grupo emocionado que seguía comparando libros... o en algunos casos caminando todos juntos con las narices ya metidas en sus nuevos libros, levantando de vez en cuando la vista para reír y compartir algo que acababan de leer.
La labor de BookSpring de proporcionar libros y experiencias de lectura a niños y familias es increíblemente importante para mí. Es maravilloso cuando tengo la oportunidad de ver directamente cómo estas cosas marcan la diferencia... iluminando el mundo de un niño. Quiero dar las gracias a todos los miembros de la comunidad por las donaciones de libros que hacen para ayudar a BookSpring. Me gustaría reconocer especialmente a HEB Read3, Keller Williams Realty International y Houghton Mifflin Harcourt porque sin sus donaciones los niños no habrían tenido la oportunidad de elegir tantos libros este verano. También quiero agradecer a nuestros voluntarios de la Liga Nacional de Beneficencia por apoyar las lecturas de este verano en los distintos sitios de HACA.
