Una imagen vale más que mil palabras

Presentado por: Janelle Nichols, Bloguera invitada

La frase "Una imagen vale más que mil palabras" se aplica definitivamente a mi caso. En la imagen se ve a una madre y a su hija tumbadas en la cama leyendo. Lo que no se ve es el vínculo que se crea a través de este tiempo especial de lectura. Lo que no se oye son las interjecciones de la hija, deseosa de establecer una conexión con la historia. Lo que no se siente es el amor que se profesan madre e hija.

En nuestra familia, desde antes de que naciera cualquiera de mis hijos, se les leía constantemente. Esta práctica continuó después de que nacieran y sigue hasta hoy. Leer cada noche con mis hijos es un momento en el que podemos conectarnos el uno con el otro. Puedo conocer los intereses y desintereses de mis hijos. Puedo saber quién es el matón de la clase esta semana. Puedo saber de quién está enamorado (¡todavía no estoy preparada para tratar este tema!). He leído a mis hijos durante años y ahora ellos me leen a mí.

Como madre maestra, escuchar a mis hijos leer me permite saber qué habilidades lectoras específicas necesitan practicar. Y lo que es más importante, permite a mis hijos "presumir" de sus habilidades y apropiarse de su aprendizaje. Atesoro estos momentos. Mientras mis hijos quieran continuar con este tiempo especial de lectura, me tumbaré en su cama gemela, pegada a la pared, con sus cabezas sobre mi pecho escuchando cómo leen.

Una imagen vale más que mil palabras
Janelle le lee a su hija
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